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Tu carrera profesional humanitaria

Tu carrera profesional humanitaria
Foto: Bruno Abarca

La principal barrera para desarrollar una carrera profesional humanitaria se encuentra al principio, por no haber una vía fácil (segura y eficiente) para que futuros/as profesionales consigan la experiencia requerida para este tipo de trabajo. Sin embargo, una vez superada esa barrera y conseguida una experiencia profesional inicial de uno o dos años en terreno, conseguir nuevos empleos será relativamente fácil.

Sin embargo, desarrollar tu carrera profesional como cooperante no estará libre de dificultades. Puede resultar duro mantener la motivación en contextos humanitarios complejos y en un sector cargado de contradicciones. Tampoco será fácil conciliar la vida personal con la profesional, ni enfrentarse al desafío de un posible cambio futuro de trayectoria y regreso al país de origen.

Cuida tu red profesional de contactos (networking)

Todo profesional en este sector tiene una cierta movilidad dentro y fuera de tu organización inicial, ascendiendo hacia puestos de más responsabilidad, cambiando de país, o incluso cambiando de tipo de puesto. Esta movilidad se verá en gran parte determinada por tu satisfacción inicial con este tipo de empleo, tu motivación, tus habilidades en procesos de selección (debería ser cada vez más fácil) y -muy importante- tu red de contactos. Cuídala.

A lo largo que vas conociendo gente en tus despliegues a diferentes países conocerás gente y harás amistades en el sector que (tal vez) duren muchos años. Algunas de estas personas serán determinantes para sugerirte nuevos trabajos o incluso recomendarte a sus superiores para los empleos que tú busques. En efecto, en este sector es habitual la comunicación informal entre profesionales del sector y sus contactos para atraer talento y cubrir vacantes con gente que demuestra capacidad y ganas de afrontar nuevos retos.

Linkedin puede ser de gran ayuda. Se trata de una red social profesional que prácticamente todo el mundo que trabaja en cooperación internacional y acción humanitaria usa. Tener un perfil bien completo y una red actualizada de contactos en Linkedin te permite seguirle la pista a tus amistades y contactos del sector y que organizaciones y colegas que buscan talento te encuentren, conozcan de ti más de lo que puedes llegar a indicar en un currículum de dos páginas o una escueta carta de motivación e incluso encontrar conocidos comunes que a menudo servirán de referencia para un nuevo empleo, ya sea de manera formal o informal.

Llegarán momentos difíciles

Conforme se avanza en la carrera profesional es fácil que se enfrenten situaciones difíciles o se sea testigo de incoherencias que hagan que la motivación se tambalee de forma continua. Ser cooperante tiene cosas buenas y malas.

Si te quemas, descansa y cuídate

Con el tiempo, es posible que el cansancio que resulta de una alta carga de trabajo, la distancia con familia y algunas amistades, o el contacto repetido con injusticias e incoherencias (algunas justificadas y otras no) pueden ir minando la motivación. No es fácil asumir que al mismo que en un mismo lugar unas personas pasan hambre y calamidades, mientras otras trabajan desde oficinas con aire acondicionado, cenan en restaurantes fuera del alcance de la mayoría, discuten de temas frívolos o disponen en todo momento de un pasaporte que les ayudará a escapar de los problemas, si emergen. 

La desmotivación, como la motivación, también puede ser contagiosa. A veces una persona que ya está quemada, si no se da un respiro, termina contagiando de negatividad y cinismo a la gente que le rodea. Si a eso se suma la percepción (posiblemente correcta) de que hasta la mejor acción humanitaria no suele ser más que una tirita en una hemorragia masiva (las crisis complejas tienen causas políticas y soluciones políticas), es fácil entender que a menudo hay que parar, descansar y cuidarse en lo mental y lo físico. Las pausas son necesarias para aclararse la vista y las emociones, replantearse las vocaciones y las necesidades personales, e incluso hablar con personas que ven y te pueden ayudar a comprender las cosas de otro modo.

Adáptate, readáptate y crece

El momento vital de las personas también evoluciona y cambia. Puede ser que al inicio de tu carrera estés feliz de ir a trabajar a una zona rural en Mozambique y encantado de conocer a otras personas expatriadas como tú. También puede ser que años más tarde tengas alergia a grupos de personas extranjeras como tú con las que no vas a coincidir más que unos meses. Igualmente, puede llegar un momento en que te apetezca tener una menor movilidad, lo que en ocasiones es necesario para crecer en una relación de pareja o tener una familia.

El retorno al país de origen puede ser complicado

Hay gente que se jubila en el sector de la cooperación internacional, la salud global y la acción humanitaria y que continúa viajando de un destino a otro hasta que llega ese momento. Sin embargo, muchos/as profesionales desean, en un momento de su carrera, regresar al país de origen. En algunos casos es para seguir trabajando en el sector desde una sede o con menos viajes (y más cortos), pero otras personas  buscan cambiar por completo de trayectoria y dedicarse a otra cosa o montar un negocio.

Traza un plan de retorno

El momento de regreso al país de origen en ocasiones está muy facilitado por haber acumulado ahorros a lo largo de los años como expatriado/a. Hasta los/as cooperantes internacionales con salarios más bajos consiguen ahorrar la mayoría de su sueldo, al tener cubiertos importantes gastos de vivienda y manutención. Sin embargo, aún así puede ser duro.

Las sedes de las organizaciones humanitarias y de cooperación no tienen la capacidad de absorber como personal estructural a todo su personal internacional que desea trabajar desde ahí. Tampoco todo el mundo puede dedicarse a la consultoría. Además, resulta un enorme desafío empezar una nueva carrera profesional en otro sector distinto. A esto se suma que en no todas las empresas o sectores se sabe valorar o reconocer la experiencia profesional como cooperante, al haber valores y principios muy diferentes entre estas y el tercer sector. Por último, no hay que menospreciar el choque cultural, cuando alguien ha pasado muchos años fuera.

Afrontar el retorno tras la expatriación es un desafío poco conocido para muchas personas, que puede ser recomendable anticipar y planificar bien. Recuerda que puedes avisar a la organización con la que trabajas por si te pueden ofrecer algún tipo de coaching y asistencia. En algunos casos también puede haber oportunidades que encajen para ambas partes. Tu red de contactos también será valiosa en este momento. Tal vez conozcas personas que hayan pasado por una experiencia similar y te puedan aconsejar según su experiencia, o ayudarte a abrirte un nuevo camino laboral.

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