Acción humanitaria y cooperación  »  Reformas y cambios  »

Mejora de la financiación humanitaria

Mejora de la financiación humanitaria
Foto: Bruno Abarca

Los defectos y limitaciones de los actuales mecanismos de financiación humanitaria se hacen más y más evidentes conforme aumenta la brecha entre las necesidades humanitarias y el dinero disponible para hacerles frente. Por ello desde los intentos de reforma del sistema se busca una mejora de la financiación humanitaria para que sea suficiente, ágil y más flexible.

La financiación aumenta pero sigue siendo insuficiente

¿Es un problema de cantidad de fondos? En parte sí, aunque es un tema discutido. En la última década ha habido un aumento progresivo de las necesidades humanitarias y, aunque la financiación disponible también ha ido aumentando, siempre ha estado en torno a un 60%.

Financiación humanitaria
Development initiatives, 2023

En valores absolutos, la brecha es mayor cada año. Y posiblemente más aún si consideramos que los costes y la población también ha ido aumentando. Sin embargo, hay quien también quiere ver el vaso medio lleno, apoyándose en que nunca ha habido tanta financiación humanitaria como hoy, y que en el pasado también ha habido momentos de grandes necesidades humanitarias, sin que tuviéramos acceso o capacidad para obtener datos del detalle y calidad que tenemos hoy.

La financiación humanitaria es insuficiente para cubrir las necesidades humanitarias y siempre lo ha sido. Pero solicitar «más fondos» sin más no tiene sentido si además no se abordan problemas en los mecanismos de financiación.

La financiación es rígida, fragmentada y desigualmente distribuida

La arquitectura del sistema de financiación humanitaria, aunque por supuesto ha permitido que la asistencia humanitaria llegue a millones de personas vulnerables, está lejos de ser ideal.

La fragmentación del sistema es una realidad. Cada país donante tiene sus propios mecanismos, procedimientos, prioridades y plazos para la financiación humanitaria. Además, la mayoría de las convocatorias para financiación son para respuesta rápida o tienen ciclos anuales, y están fuertemente acotadas para prioridades, sectores, objetivos y acciones específicas, definidas en proyectos. En la mayoría de los casos, el porcentaje de financiación multianual que reciben las organizaciones humanitarias no sobrepasa el 20% de su total (y es menor para ONGs y actores nacionales y locales). Esto genera una fuerte carga de trabajo destinada a la formulación de propuestas (de las que solo una parte llega a financiarse) y deja poca flexibilidad para planificar programas coherentes para responder a crisis humanitarias prolongadas o adaptar un proyecto a una realidad cambiante.

El sistema además prioriza la financiación directa a los grandes actores humanitarios, principalmente agencias de Naciones Unidas, por delante de ONGs internacionales, y muy por delante de actores nacionales y locales. De esta manera, se traslada a un intermediario la gestión y coordinación del resto de socios implementadores. Esto da lugar a una fuerte competencia entre actores humanitarios, que necesitan conseguir financiación de proyectos que cubran un pequeño porcentaje de costes indirectos (overheads). Estos overheads son necesarios para sostener una estructura básica de las organizaciones, mantener la capacidad necesarias para identificar y formular nuevos proyectos, y para poder seguir compitiendo en la próxima ronda de financiación.

¿Cómo hacer efectiva una mejora de la financiación humanitaria?

El Grand Bargain y sus sucesivas actualizaciones reflejan la prioridad de una serie de ideas clave, que incluyen el aumento de la financiación multi-anual, el aumento de la financiación no delimitada para fines específicos (no earmarked) y el aumento de la financiación directa y de calidad dirigida a actores nacionales y locales.

Para lograr un cambio efectivo, en el marco del Grand Bargain se recomienda a los donantes aumentar al menos hasta el 30% la proporción de financiación que es multianual. También se recomienda al resto de actores que desarrollen estrategias, programas y planes de respuesta multianuales en los casos en que sea posible, que impliquen más a la población local en el diseño de proyectos y programas, que se evidencie el impacto positivo (de haberlo) de la financiación multianual en objetivos a largo plazo más allá de los resultados inmediatos, y que mejore la comunicación entre actores a lo largo de todo el periodo de implementación.

Los actores humanitarios comprometidos en el Grand Bargain beyond 2023 también han destacado la necesidad de mejorar la transparencia, rendición de cuentas y trazabilidad de la ayuda. Se solicita a todos que reporten todos los datos necesarios en las plataformas FTS o IATI.

Finalmente, también se hace hincapié en la prioridad de que la financiación de calidad alcance igualmente a los actores nacionales y locales, para aumentar sus capacidades y liderazgo, como parte esencial de los esfuerzos hacia la localización.

es_ESEspañol
Scroll al inicio