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Desnutrición infantil crónica
- Página actualizada el22 de marzo de 2025

La desnutrición crónica es uno de los dos tipos existentes de desnutrición, junto con la desnutrición aguda. Se manifiesta en los niños y niñas menores de cinco años como un retraso en el crecimiento (stunting) y se asocia con una mayor vulnerabilidad a las enfermedades infecciosas y con un retraso en el desarrollo físico, motor y cognitivo. A largo plazo, este retraso produce también problemas en la capacidad de aprendizaje y el rendimiento escolar, en la capacidad de trabajar.
Por todo lo anterior, este problema tiene un gran impacto en la economía de los individuos, sus familias y sus comunidades, reforzando así un ciclo intergeneracional del hambre y la pobreza. Se estima que es responsable de la pérdida de un 5%-7% de los ingresos per cápita de los países de rentas medias y bajas
Tabla de contenidos:
La desnutrición crónica es un problema multicausal
La dimensión del problema

Se estima que, en 2022, el 22,3% (148 millones) de los niños menores de 5 años, sufría desnutrición crónica. El problema se concentra principalmente en África (con una prevalencia del 31%), el Sudeste Asiático (30,1%) y el Mediterráneo Oriental (25%). Se considera que estos valores son muy bajos cuando están por debajo del 2,5%, bajos cuando están entre el 2,5% y el 10%, medios entre el 10% y el 20%, altos entre el 20% y el 30% y muy altos cuando superan el 30%.
A pesar de que el actual valor del 22,3% supone una importante reducción desde el 33% de prevalencia de desnutrición crónica en 2000, esta no ha sido simétrica. El descenso ha sido muy pronunciado en varios países del sur de Asia muy densamente poblados, que son los que mayor crecimiento económico han experimentado en el periodo. Sin embargo, en América Latina ha sido mucho menos pronunciado, y en África incluso ha aumentado el número de niños con desnutrición crónica de 61 a 63 millones.
Las causas de la desnutrición crónica tienen mayor impacto en los primeros meses de vida
Entre las causas de la desnutrición infantil crónica se encuentra el efecto negativo continuado del hambre y sus determinantes sociales durante el embarazo y los dos primeros años de vida. Este periodo se conoce como «la ventana de oportunidad de los mil días». Durante este tiempo, la inseguridad alimentaria, el limitado acceso a los servicios de salud, las infecciones, las deficiencias en agua, saneamiento e higiene, o los problemas en las prácticas de alimentación y cuidados infantiles tienen un gran impacto en el desarrollo del potencial futuro de estos niños y niñas.
Las infecciones por patógenos del tracto digestivo parecen tener una relevancia particularmente alta en este tipo de desnutrición. Esto se debe a la disfunción entérica (atrofia e inflamación crónica del intestino delgado) que produce, no solo en los casos visibles de diarrea, sino también cuando hay infecciones subclínicas.
¿Cómo se define y diagnostica la desnutrición crónica?
Al igual que la desnutrición aguda, la desnutrición crónica se define por criterios antropométricos: un índice de talla y edad dos desviaciones estándares por debajo de la mediana del estándar de crecimiento infantil de la OMS. Los niños y niñas con desnutrición crónica tienen una talla menor de la que le correspondería tener por su edad.
Esta forma de medir la desnutrición crónica, aunque aparentemente sencilla, supone muchos problemas. Para empezar, requiere un equipamiento (tallímetro) bien calibrado, de una persona formada y de la cooperación del niño o niña, que debe permanecer quieto durante unos instantes. Esto suele ser difícil al encontrarse en un entorno no conocido o que incluso le produce miedo. Otro problema es que su diagnóstico depende de la edad, un dato que en ocasiones no se recuerda con precisión (especialmente si el parto fue en la comunidad o si no hubo un registro adecuado del nacimiento). Sin embargo, la principal barrera es que la desnutrición crónica no es claramente visible. Por ejemplo, dos niñas pueden aparentar buen estado de desarrollo físico y no despertar sospechas de desnutrición crónica, si no se sabe que la edad de una de ellas es mucho menor que la de la de la otra.
El abordaje de la desnutrición crónica es fundamentalmente preventivo
No existe un tratamiento eficaz contra la desnutrición crónica. Simplemente, no es posible recuperar el crecimiento y el desarrollo cognitivo perdidos durante meses e incluso años tomando suplementos nutricionales. Por este y otros motivos, la lucha contra este problema siempre ha quedado en un segundo plano. Sin embargo, la reducción de la desnutrición crónica podría tener un enorme impacto en la economía y las oportunidades futuras de los hogares más pobres, sus comunidades y sus naciones.
Para luchar contra la desnutrición crónica hay que abordar las causas del hambre
Incidir de forma preventiva en el hambre y sus causas permite reducir la prevalencia de la desnutrición crónica, detectarla y tratar de frenar su avance durante la primera infancia, y atenuar sus consecuencias. Estos esfuerzos incluyen también la acción contra la desnutrición aguda, la malnutrición en todas sus formas, la inseguridad alimentaria, la pobreza y la desigualdad.
La prevención de la desnutrición crónica requiere un compromiso por la paz y la sostenibilidad del medio ambiente, y acciones de incidencia que la coloque entre las prioridades de los titulares de obligaciones y responsabilidades. Además, son necesarios programas que garanticen el acceso a alimentación, agua, saneamiento, higiene y servicios de salud en crisis humanitarias, programas de apoyo a las familias y personas cuidadoras con enfoque de género, y sistemas completos de protección social universal para todas las personas, y sobre todo las más vulnerables.
Aunque es prioritario que estas acciones centren sus efectos en las mujeres embarazas, los niños menores de 2 o 3 años y sus familias, la de los «mil días» no es la única ventana de oportunidad. El crecimiento no se detiene a los dos años. Al contrario, en la adolescencia se produce un segundo periodo de aceleración del desarrollo, que se debe aprovechar para recuperar el retraso acumulado anteriormente. En este periodo, además, aumenta también el riesgo de desarrollar sobrepeso y obesidad, si la dieta no es adecuada.
Hambre y desnutrición
Enlaces externos
- UNICEF, WHO, World Bank, 2023. Levels and trends in child malnutrition.
- Acción Contra el Hambre, 2023. Malnutrición crónica: marco de acción para un abordaje preventivo y multisectorial.
- UNICEF, 2017. The Adolescent Brain: A second window of opportunity.
- World Bank, 2017. An Investment Framework for Nutrition: Reaching the Global Targets for Stunting, Anemia, Breastfeeding and Wasting.
- WHO, 2016. Childhood Stunting: Context, Causes and Consequences Conceptual framework.
- De Onis, 2016. Childhood stunting: a global perspective.
- Prendergast, 2014. The stunting syndrome in developing countries.