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Recién nacidos pequeños y vulnerables

Recién nacidos pequeños y vulnerables
Foto: Bruno Abarca

Aproximadamente, por cada cuatro nacidos vivos, uno entra en la categoría de recién nacidos pequeños y vulnerables, lo que engloba a los prematuros, a los pequeños para su edad gestacional, y a los que cumplen ambas condiciones simultáneamente. Estas tres subcategorías engloban, prácticamente, a la totalidad de lo que tradicionalmente se ha conocido como «recién nacidos de bajo peso«, pero con más claridad en cuanto a los caminos causales de su vulnerabilidad.

El problema, por supuesto, afecta más a los/as recién nacidos cuyas madres viven el embarazo expuestas a la malnutrición, la violencia de género, la enfermedad, la pobreza y los conflictos. Las consecuencias se experimentan durante años, cuando aquellos/as que no han sufrido una muerte prematura viven con mayor riesgo de desnutrición infantil aguda o crónica, enfermedad, retraso en el desarrollo, y como consecuencia tienen menores oportunidades educativas, laborales y para escapar del ciclo de pobreza intergeneracional.

¿Qué son los recién nacidos pequeños vulnerables?

El término incluye a los bebés demasiado pequeños y a los que nacen demasiado pronto

Con frecuencia, las condiciones adversas que experimentan algunos bebés durante el periodo intrauterino provocan:

  •  Que nazcan de forma prematura antes de la semana 37 de gestación (en torno a un 8,8% de todos los recién nacidos vivos).
  • Que nazcan a término pero siendo pequeños -por debajo del percentil 10- para su edad gestacional (en torno a un 16,3%), como consecuencia de un retraso en el crecimiento fetal intrauterino.
  • Que nazcan con ambos problemas a la vez: prematuros y además pequeños para su edad gestacional (en torno a un 1,1%).

Estas tres categorías, mutuamente excluyentes entre sí, incluyen a la práctica totalidad de los recién nacidos que tradicionalmente se agrupaban bajo un término único: recién nacido de bajo peso.  La nueva terminología, introducida en 2023, permite ir más allá de la categorización basada en un umbral relativamente arbitrario de 2500g de peso. Este umbral fue introducido en torno a 1918 y oficializado por la OMS en 1950. El foco ahora se sitúa en las diferentes causas subyacentes al problema, y en la manera de abordar cada una de ellas desde la prevención y el manejo clínico.

Se estima (con datos de 2020) que el 14,7% de todos los recién nacidos vivos son de bajo peso (<2500g), lo que equivale a 1 de cada 7. Este porcentaje llega a superar el 15% en lugares como el Sur y Oeste de África, y es incluso superior al 20% en India o Filipinas.

Recién nacidos de bajo peso
UNICEF, 2023

¿Cuáles son las consecuencias de la vulnerabilidad de los recién nacidos pequeños?

Los recién nacidos pequeños y vulnerables tienen un alto riesgo de mortalidad neonatal. Se estima que el 32,8% de las muertes neonatales se deben al nacimiento pretérmino, el 14,7% a ser pequeños para la edad gestacional y el 7,7% a la combinación de ambas condiciones, sumando en total el 55,3% de las muertes neonatales.

Sumado a las muertes neonatales por esta causa, se deben considerar también las muertes fetales, ya que muchos de los bebés pequeños vulnerables no llegan a nacer con vida. Los problemas que pueden llevar a un nacimiento pretérmino o de bajo peso son los mismos que aumentan el riesgo de muerte fetal. A pesar de ello, la mortalidad fetal, en gran parte prevenible, apenas ha recibido atención ni consideración de prioridad de salud pública. A menudo queda ignorada, y fuera de indicadores y metas globales que solo se calculan en base a los recién nacidos vivos.

Los recién nacidos pequeños y vulnerables que sobreviven al periodo neonatal, mantienen además un riesgo de por vida de problemas de salud y desarrollo. Entre las consecuencias destacan los problemas de crecimiento y el mayor riesgo de desnutrición, el  retraso del desarrollo cognitivo y las dificultades para el aprendizaje, un mayor riesgo a enfermedades durante la infancia (como el asma, la epilepsia, problemas conductuales, y problemas de la vista y la audición), o enfermedades crónicas en la vida adulta como la hipertensión, los problemas cardiovasculares, la diabetes tipo 2, o el síndrome metabólico. Todo esto, por supuesto, termina impactando en su educación, oportunidades laborales, éxito social e ingresos.

Small vulnerable newborns
Ashorn, 2023

Las causas y las soluciones del problema son conocidas

¿Por qué se producen casos de recién nacidos pequeños y vulnerables?

Aunque los mecanismos que llevan a un recién nacido pequeño y vulnerable difieren, sus causas se solapan. Entre ellas están factores contextuales como la pobreza, el conflicto, la baja educación materna, las deficiencias en el sistema de salud, la contaminación ambiental y la desigualdad de género. Estos factores aumentan la exposición a las causas inmediatas del parto pretérmino y el retraso del crecimiento intrauterino. Tres de ellos explican casi la mitad de los casos: malnutrición materna, infecciones durante el embarazo y factores del entorno. 

La malnutrición materna puede estar relacionada con la escasa reserva de nutrientes y energía para el correcto desarrollo y crecimiento fetal, y se se puede diagnosticar a través del bajo peso y estatura, bajo IMC, o perímetro braquial reducido. Sin embargo, también se puede manifestar como deficiencias de micronutrientes como el hierro, el zinc y el calcio. Estos influyen en el funcionamiento de enzimas y hormonas implicadas en el crecimiento fetal, la función placentaria, el equilibrio de las hormonas relacionadas con el inicio del trabajo de parto, la inmunidad materna, la presión arterial (y el riesgo de preeclampsia), la oxigenación fetal, y la formación ósea.

Entre las principales infecciones que resultan en recién nacidos pequeños y vulnerables están la malaria, el VIH/SIDA y las infecciones de transmisión sexual. Estas pueden afectar a la placenta, causar anemia, producir desequilibrios hormonales, empeorar el estado nutricional de la madre, atravesar la barrera placentaria e infectar al feto, e incluso desencadenar un parto prematuro.

Los factores del entorno incluyen la contaminación del aire, la violencia de género intrafamiliar, la sobrecarga física, y el consumo de alcohol y tabaco. Estos afectan  al feto y la placenta a través de estrés oxidativo, trauma físico y mental, reducción del flujo sanguíneo uterino, contracciones uterinas prematuras, y toxicidad placentaria.

Es posible prevenir muchos casos de recién nacidos pequeños vulnerables con atención prenatal

Conforme se conocen mejor los mecanismos que llevan al nacimiento de recién nacidos pequeños y vulnerables, también se entiende mejor su prevención. Se recomiendan ocho intervenciones que pueden ofrecerse a lo largo de la atención prenatal. Se trata de los suplementos de micronutrientes múltiples, los suplementos proteico-energéticos, la administración de aspirina, el tratamiento de los casos de sífilis, la educación para dejar de fumar, la prevención de la malaria, el tratamiento de la bacteriuria asintomática, y la administración de progesterona por vía vaginal. Junto a estas, hay otras tres intervenciones que parecen tener un gran potencial, aunque aún se están investigando. Son la administración de suplementos de ácidos grasos omega-3, calcio y zinc.

Impact of 11 interventions on SVN
Hofmeyr, 2023

Si se aplicaran con la cobertura recomendada, la aplicación de las primeras ocho intervenciones prenatales podría reducir un 17,9% el total de casos de recién nacidos de bajo peso, un 31,5% las muertes fetales, y un 20% las muertes neonatales. Si a esas ocho se añadieran además las otras tres intervenciones potenciales, la reducción de los casos de bajo peso al nacer podría alcanzar el 28,6%.

Cuando se consideran estas intervenciones desde una perspectiva de salud pública e impacto poblacional, debemos destacar dos de ellas: la suplementación con micronutrientes múltiples, y la suplementación proteico-energética. Estas dos intervenciones son las únicas con efecto probado para reducir los casos de recién nacidos a término pequeños para su edad gestacional. Además, estas dos únicas intervenciones, juntas, serían responsable del 67,1% del efecto de las once recomendadas en la prevención de casos de recién nacidos pequeños y vulnerables, y hasta de un 32% de su efecto en la reducción de la mortalidad neonatal.

Para un adecuado manejo de las necesidades de estos niños y niñas en contextos humanitarios hay que integrar enfoques y protocolos

Más allá de la prevención, existe una serie de recomendaciones basadas en evidencia científica para el manejo clínico de los recién nacidos pequeños y vulnerables. Destacan el «método madre canguro» y contacto piel-con-piel con la madre (u otra persona cuidadora), la lactancia materna exclusiva siempre que sea posible y la suplementación con hierro, entre otras medidas.

Sin embargo, hay que entender que los recién nacidos pequeños y vulnerables hoy son los niños y niñas con desnutrición aguda y crónica de mañana. Por eso, cada vez parece tener menos sentido abordar sus necesidades desde marcos teóricos, enfoques y protocolos médicos y nutricionales distintos y fragmentados. En este sentido, el enfoque del manejo de los niños/as menores de seis meses pequeños y en riesgo nutricional y sus madres (conocido en inglés como MAMI Care Pathway), puede servir de puente entre el manejo de los recién nacidos pequeños y vulnerables, y el manejo de la desnutrición aguda en menores de cinco años. 

El enfoque MAMI Care Pathway, basado en la comunidad, está adaptado a contextos humanitarios y donde los recursos son limitados. Centrado en las necesidades de la pareja compuesta por la madre y el bebé pequeño y en riesgo nutricional (en sus primeros seis meses de vida), este enfoque proporciona orientación técnica para identificarles tan pronto como sea posible, evaluar sus problemas y riesgos psicosociales, nutricionales y de salud, y darles un apoyo integral para su supervivencia y bienestar. Este apoyo se brinda en la comunidad siempre que es posible, aunque de forma vinculada al resto de sistemas disponibles, facilitando así la referencia a servicios de salud si hay problemas graves.

Hambre y desnutrición

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