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Las organizaciones humanitarias, por dentro
- Página actualizada el15 de marzo de 2025

Es habitual que una persona que se forme en medicina, enfermería, farmacia o salud pública pueda terminar su carrera con la sensación de saber qué es un hospital o un centro de salud y con conocimiento de qué pasos debe dar para incorporarse allí a trabajar. Sin embargo, esa misma persona probablemente no sabe qué son las organizaciones humanitarias o de cooperación internacional, cómo funcionan o se organizan, o si hay opciones de trabajar en ellas.
Por desgracia para esta persona, cuando empiece a buscar información sobre esto descubrirá que no hay dos organizaciones humanitarias iguales. Existen enormes diferencias entre las agencias de Naciones Unidas, las ONGs, las empresas, las agencias bilaterales de los países donantes, los think tanks, etc. Pero, por si esto fuera poco, dentro de un mismo grupo también existen importantes variaciones; por ejemplo, dentro de las ONGs las hay con 5 profesionales en su sede central o con 150, y ONGs que centran su acción en acción humanitaria y respuesta a emergencias así como ONGs (generalmente más pequeñas) que se concentran más en cooperación para el desarrollo en entornos más o menos estables. Algunas pequeñas ONGs, incluso, funcionan por completo a base de voluntariado.
Tabla de contenidos:
Imaginemos una organización humanitaria hipotética
Para hacerse una idea de cómo funcionan las organizaciones humanitarias humanitaria puede ser buena idea inventarnos una, completamente hipotética, que pueda ofrecer una visión general de cómo pueden ser, y que pueda servir de referencia para comparar y entender mejor cualquier otra organización real: ¿es también una ONG o es otra cosa?, ¿es más pequeña o más grande que nuestra ONG imaginaria?, ¿en qué se diferencia su estructura interna?, ¿cubre las mismas áreas técnicas o se especializa en otras cosas?…
Vamos a emplear como referencia una ONG imaginaria, con sede en España, de tamaño medio (imaginemos un presupuesto anual de 50 millones de euros), constituida como asociación desde hace más de 30 años, que además de realizar algunas acciones locales (de acción social, sensibilización y educación para el desarrollo), realiza acciones de cooperación en 10 países en situación de crisis. Aunque se especializa en el sector salud, también trabaja en otros sectores complementarios. Nuestra ONG pertenece a una red de ONG -también imaginaria, claro-, todas con nombres casi idénticos (pero en otros idiomas, claro), con sedes en otros países (como Alemania, Italia, Estados Unidos, Australia o Canadá), que colaboran entre sí. Algunas de estas ofrecen servicios especializados o ayudan en la captación de fondos de donantes públicos para el resto, pero un par de ellas (entre ellas la española) son mayores y tienen programas de cooperación internacional en el extranjero.
La oficina central en España (sede) trabaja en colaboración y dando apoyo a las oficinas que hay en los diez países donde está registrada legalmente e interviene.
Nuestra oficina central imaginaria: la sede
Los departamentos habituales
La oficina de la sede ocupa un pequeño edificio de tres plantas en Madrid. Este alberga varios departamentos que podrían ser similares a los de otras organizaciones y empresas, como:
- Dirección General, con un precioso despacho donde recibir a gente importante).
- Administración y finanzas, desde donde llevan todo lo referente a contabilidad, presupuestos, control de gastos e ingresos, y auditoría.
- Marketing y captación de fondos, desde donde se dirige la estrategia de marca y marketing, se establecen alianzas con empresas y donantes privados, y se busca la colaboración de personas particulares que quieran donar o hacerse socias.
- Comunicación, para dar a conocer al público general lo que hacemos y por qué lo hacemos, ya sea con fines de sensibilización o de captación de fondos.
- Personal, para encontrar, desarrollar y mantener el talento que la organización necesita.
- Servicios Generales, incluyendo información, mensajería, seguridad, mantenimiento, limpieza, etc.
- Sistemas, para todo lo relacionado con equipos informáticos, telecomunicación, seguridad de los datos y herramientas digitales.
- Logística, incluyendo responsabilidades relacionadas con compras y aprovisionamiento, gestión de vehículos, almacenamiento, stock, distribución de productos, y hasta gestión de la seguridad), por ejemplo.
Otros departamentos clave: Operaciones, Técnico y Programas
En la sede de nuestra organización humanitaria también se ubican un Departamento Técnico, un Departamento de Operaciones y un Departamento de Programas, que trabajan conjuntamente para apoyar directamente a las oficinas de los diferentes países de intervención:
- En el Departamento de Operaciones se ofrece apoyo estratégico, vigilando los contextos humanitarios (y la necesidad de establecer nuevas bases de operaciones, cerrar oficinas en países donde no es viable seguir trabajando o incluso abrir nuevas intervenciones en crisis humanitarias emergentes), dando asistencia para las relaciones con las autoridades y negociaciones de acceso humanitario, o asistiendo para la implementación de políticas de género, transparencia, protección, medio ambiente, o localización, por ejemplo.
- El Departamento Técnico tiene personas expertas en diferentes dominios de salud (como salud mental, farmacia, salud sexual y reproductiva, epidemiología, nutrición…) y en otras áreas vinculadas con la salud pública como agua y saneamiento, educación y promoción de salud, incidencia política, o el monitoreo y la evaluación, que sirven de referentes y apoyo experto a sus colegas en los diferentes países.
- Finalmente, desde el Departamento de Programas hay personal que da apoyo en el seguimiento del ciclo del proyecto, la presentación de propuestas a los donantes, la gestión administrativa de los proyectos en curso, y la elaboración de informes.
Estos tres departamentos imaginarios trabajan de manera conjunta, con su personal repartido en tres equipos organizados según áreas geográficas: uno que da apoyo a los equipos de países en África y Asia, otro que da apoyo a los equipos de América Latina, y otro que se especializa en la respuesta rápida a emergencias. Por supuesto, estos departamentos también dependen de y se relacionan con todos los anteriores.
El día a día de las cosas en sede
Aunque todo parece muy estructurado y hay montones de procedimientos, no todo funciona como un reloj, por desgracia. Por ejemplo, desde logística se quejan continuamente de que apenas tienen voz y voto en la elaboración de proyectos y que luego les vienen con prisas y demandas de compras imposibles que no se pueden realizar a tiempo. Se están planteando una integración en el Departamento de Programas, pero también hay resistencias. Después de todo, hay mucha gente de diferentes departamentos que entiende de diferente manera los valores y principios de la organización.
No es el único problema. El equipo de apoyo a África y Asia va muy sobrecargado, el equipo de emergencias no se coordina demasiado bien con los otros dos, y hay continuas discrepancias entre la Junta Directiva (personas voluntarias que forman el órgano principal de gobierno de la asociación) y el personal profesional contratado (que aunque son quienes realizan el trabajo cotidiano, responden ante la Junta Directiva y la Asamblea General de Socios y Socias). Además, la multiplicidad de departamentos y equipos transversales hace que haya muchísimas reuniones periódicas «de seguimiento» que parecen comerse el escaso tiempo disponible.
Aunque la mayoría de gente es de España, en torno a un 20% de la gente es extranjera, sobre todo de origen en otros países europeos y latinoamericanos. El idioma más escuchado por los pasillos es el español, pero si uno se fija, también escucha continuamente gente hablando en inglés, francés y otros idiomas. El 65% del equipo son mujeres, aunque -uy, qué curioso-, el 60% de los puestos de más responsabilidad los ocupan hombres. De todo el personal que hay en sede, el porcentaje de personas que tiene una formación académica biosanitaria o relacionada con la salud pública no supera el 15%.
Nuestra organización humanitaria en el extranjero
Aunque en los diez países donde se opera hay una oficina, estas tienen grandes diferencias entre sí. Hay dos (en Sudán del Sur y República Democrática del Congo) que, juntas, tienen un volumen (financiero y de personal) mayor que las otras ocho oficinas nacionales juntas, por ser lugares donde existen importantes crisis humanitarias y grandes cifras de personas en necesidad de asistencia humanitaria, y donde la organización está bien asentada desde hace años.
Un ejemplo: la oficina (imaginaria) de Sudán del Sur
Una de estas grandes oficinas -imaginarias, recordemos- es la de Sudán del Sur. Su oficina central está en Juba, la capital y, aunque sus instalaciones son más antiguas y deterioradas que las de Madrid, contrastan enormemente con la pobreza y las precarias viviendas que hay tan solo a pocas calles. Esta oficina se ubica en una gran casa, rodeada de un patio y de un muro con alambradas, en una calle sin acera donde hay aparcados 3 enormes Toyota Land Cruiser (el modelo de los años 70, aunque mucho más nuevos) con el logo de la organización.
La estructura de esta oficina no es exactamente igual a la de Madrid. La oficina está dirigida por una Dirección País (Country Director o Head of Mission) apoyada por una Dirección Adjunta de Soporte (que supervisa y dirige el trabajo de finanzas, personal, logística, etc.) y una Dirección Adjunta de Programas (que supervisa y dirige a las personas que coordinan las áreas temáticas de intervención). Además, hay otras oficinas adicionales en las tres provincias donde se desarrollan los diferentes proyectos. Cada una de estas oficinas provinciales está liderada por una Dirección Provincial (o Head of Base) que coordina al equipo de soporte y a los responsables de programas, que a su vez coordinan a las coordinaciones de proyecto.
Dentro de cada proyecto hay más personas, que ejecutan las diferentes actividades del proyecto (como distribuciones de kits, prestación de asistencia sanitaria, apoyo a los servicios públicos de salud y agua, o la movilización comunitaria para la prevención y el manejo de la desnutrición aguda). El 90% del personal es nacional, con un 10% expatriado.
Hay diferencias importantes entre esta oficina y las de los otros países, donde el volumen de operaciones es menor. En Ecuador, por ejemplo, tan solo hay una pequeña oficina en una provincia, con un equipo de tan solo 8 personas; allí una sola persona lleva al mismo tiempo tareas administrativas y de gestión de personal, y la persona que coordina esta oficina tiene que viajar con relativa frecuencia a la capital, Quito, para participar en reuniones institucionales.
Dentro del equipo (imaginario) de Sudán del Sur hay personal expatriado
Continuemos imaginando y tratando de mirar de cerca el día a día del equipo que trabaja en Sudán del Sur. Aunque el 90% del equipo es de origen local, vamos a centrarnos en las -recordemos, es todo inventado-, 7 personas expatriadas que hay (dos españolas, un holandés, un ugandés, una nigeriana, y una mexicana).
¿Por qué centrarnos en las personas expatriadas? Porque a) dudo que alguien de Sudán del Sur venga a visitar esta página para que un español le cuente cómo es el día a día en Juba; y b) porque muchas personas (que sí puede que lleguen a esta página) se preguntan cómo podría ser su trabajo como cooperante expatriado/a.
Por ejemplo Vincent, el ugandés, es un médico de 47 años que trabaja como Coordinador Técnico de Salud y que lleva ya 4 años en el país, aunque ya había trabajado con la misma organización en otros dos países anteriormente. Tras trabajar en varios centros de salud y una Dirección Regional de Salud en Uganda, comenzó a trabajar como coordinador de proyecto en una ONG internacional en la fue pasando por diferentes puestos antes de decidir expatriarse y trabajar en Sudán, Nigeria, y ahora Sudán del Sur.
Mara, una de las españolas, tiene 41 años y es la Directora País. Lleva tan solo 4 meses en Sudán del Sur y es la primera vez que trabaja con esta organización, pero lleva ya 15 años trabajando como coordinadora de proyectos, responsable de programas, responsable del equipo de emergencias y coordinadora país con otras organizaciones en otros países. Estudió sociología e hizo un máster en salud global años más tarde, cuando ya estaba trabajando como cooperante internacional. Le interesaba viajar a Juba porque su pareja, a quien conoció en un destino anterior, ya trabajaba allí desde 7 meses antes, como responsable de logística de otra organización.
Sonia, la mexicana, es más joven. Tiene tan solo 27 años, y es enfermera con un máster en cooperación internacional. Lleva ya casi un año trabajando en una de las bases provinciales como Coordinadora del Programa de Salud Reproductiva. Completó su máster en España, hizo unas prácticas en sede (relacionadas con el análisis cualitativo sobre las percepciones en torno a la planificación familiar que había completado como trabajo de investigación para su máster), y tras trabajar 18 meses en uno de los proyectos de Ecuador, dio el salto para cubrir un nuevo puesto que se necesitaba en Sudán del Sur. La vida en la base provincial le resulta muy dura, sobre todo por las restricciones de seguridad, pero lo lleva bien gracias a la presencia de otros compañeros y compañeras que también trabajan en la misma ciudad con otras organizaciones. Por ahora se ha comprometido a quedarse 3 meses más pero le gustaría cambiar de país y ya está mirando ofertas de empleo para ver qué encuentra.
En la oficina de la capital también se encuentra desde hace diez días Aitor, del departamento técnico de sede, que está haciendo una visita de dos semanas para ayudar en el diseño de un nuevo proyecto de apoyo a los servicios públicos de salud en dos provincias y para colaborar en una formación sobre nutrición con el equipo. Tiene 38 años, estuvo más de diez años trabajando en diferentes organizaciones y países y desde hace dos años trabaja principalmente desde sede, con frecuentes viajes cortos a los 3-4 países con los que colabora.
Movilidad y equipos en constante cambio
Existe una importante movilidad en muchos departamentos y oficinas de la organización. A menudo una persona que comienza trabajando en una base provincial pasa a ocupar un par de años más tarde un puesto superior en la capital. También hay personas que pasan de la sede a la oficina de uno de los países de intervención -y viceversa-, o que se mueve por varios países de intervención a lo largo de una decena de años. Algunas personas también han variado de departamentos, pasando de un puesto de gestión de proyecto a un puesto de coordinación técnica de un área especializada en la que tenía amplia formación, por ejemplo.
La movilidad también se realiza con otras organizaciones, siendo típico que a lo largo de diez o doce años, una persona haya podido tener cinco o seis puestos diferentes en dos o tres organizaciones distintas. En esta organización inventada, generalmente, las personas en crisis humanitarias agudas no permanecen más de año y pico, con algunas excepciones que superan los dos años. De un empleo de estas características es relativamente fácil saltar a otro, si hay disponibilidad para cambiar de país e incluso continente.
Los cambios en los equipos también dependen mucho de la financiación. El volumen de los ingresos de la organización fluctúa, conllevando cambios a su estructura. Cuando hay una crisis humanitaria importante y se abre una nueva zona de intervención haya que crear un nuevo equipo en ese país y sus bases y aumentar el personal que le da apoyo desde la sede. De manera contraria, cuando no se consigue suficiente financiación, la organización se puede ver forzada a cerrar bases y oficinas país, despidiendo a su personal.
En los países donde, por el tipo de financiación humanitaria que se consigue -en proyectos de 6 o 12 meses de duración máxima-, resulta difícil hacer contratos largos y los movimientos de personal son aún mayores.
Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia
Como he dicho, todo lo que aquí se indica es completamente inventado (la organización, sus oficinas y departamentos, sus países de intervención, o sus profesionales). Sin embargo, la organización inventada que he descrito tiene aspectos en común con múltiples organizaciones internacionales europeas. Por eso puede servir de ayuda para entender cómo puede ser el trabajo en cooperación internacional y acción humanitaria, qué tipos de perfiles profesionales pueden ser necesarios en las estructuras de las organizaciones y los proyectos, y qué aspectos de la vida de una persona cooperante expatriada pueden resultar más motivantes o más duros.